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Elección y contradicción: el que mueve hoy el Brasil. Texto sobre las elecciones al Brasil publicado en España.

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Flávio Carvalho. Sociólogo. Presidente de la Asociación Amigos de Brasil en Barcelona.


Las elecciones presidenciales en Brasil están ahora más emocionantes! Más de la mitad de la población (y de los institutos de opinión pública) ha tenido una gran sorpresa con los resultados para la segunda vuelta, que se realizará en 26 de octubre.  La herencia de políticas sociales de Lula y la inclusión social de más de 20 millones de personas, estuvieran, en la primera vuelta, como personajes principales. Detrás de esto, encontrábamos los enfrontados discursos desarrollistas de Dilma Roussef y ambientalistas de Marina Silva. La falta de un punto de equilibrio entre las dos ex ministras nombradas por Lula, Dilma, la ex gestora del Programa de Aceleración del Crecimiento, y Marina, la defensora de la Amazonia donde ha nacido, ha perjudicado sensiblemente ambas candidatas. Para felicidad del candidato más conservador, que ha superado Marina en los últimos momentos. Ahora el debate central es la posibilidad de retorno a doce años atrás, a la política económica del ex presidente Fernando Henrique Cardoso (FHC), mucho más marcada por un proceso de privatizaciones de los sectores más estratégicos de la economía brasileña – incluidos los grandes empresarios de los dos países más beneficiados como compradores de empresas públicas brasileñas privatizadas: Estados Unidos y España, respectivamente. Es imposible olvidar, en medio de esta persistente crisis económica española, el gran impulso de inversión privada en Brasil fomentado pelo Gobierno Aznar y continuado pelo Gobierno Zapatero. No es por otra razón que las más grandes empresas españolas tienen mucho interés en estas elecciones. Tampoco es casualidad que hoy estos mismos empresarios ganen más dinero en Brasil de que en el Reino de España. Ahora, los dos grandes partidos, PT, Partido de los Trabajadores, y PSDB, Partido de la Social Democracia Brasileña, saben que nada ganan mirando solamente hacia atrás e intercambiándose acusaciones de corrupción. Es muy significativo que el origen de la práctica más corrupta, el pago de "mensalão", cantidades mensuales y criminosas de dinero de grandes empresas a políticos, tiene madre, en el Gobierno FHC, y ha continuado, de forma paternalista y con serias consecuencias, en el Gobierno Lula. Sea como sea, el que siempre pierde es la gran mayoría de la población, cada día más pobre, mientras los ricos hoy están más ricos, en uno de los países más ricos (y al mismo tiempo más injusto y desigual) del Mundo. En campaña, otra vez, será decisivo el mensaje de los grandes, monopolistas y más conservadores medios de comunicación (privados, pues la televisión pública en Brasil, es prácticamente residual y lucha para no ser privatizada). Estos medios privados están muy más dispuestos a hablar de la cantidad de corruptos que entraran en la prisión, en los Gobiernos del PT, de que a hablar de la cantidad de corruptos que no entraran en la prisión, pero deberían haber entrado, en el Gobierno FHC. Sería muy razonable si no fuera triste. Para que se tenga una idea, la empresa pública brasileña más grande, rentable generadora de riqueza para el presupuesto público y amenazada de privatización, la Petrobras, está procesando su ex Presidente para devolver millones de dinero público robado, en pleno Gobierno Dilma, penalizada en cada segundo que ha perdido hasta salir en público para condenar y exigir la prisión del corrupto. Pues aquella misma generación joven, capaz de acceder a las gradas del pasado Mundial de Fútbol para silbar cualquiera aparición de Dilma, nunca ha tenido acceso a medios de comunicaciones imparciales para saber que FHC hasta ha cambiado el nombre de la empresa para PetrobraX para intentar privatizarla, que sus propios ministros y asesores y sus parientes están involucrados en escándalos de dinero de las privatizaciones enviados a paraísos fiscales, y que hasta ha llegado a nombrar su yerno como presidente de la PetrobraX que quería vender a "precio de banana", como se dice en Brasil. Desafortunadamente, no solamente España ha tenido problemas con la influencia estratégica de un yerno importante. Por otro lado, es sensible el cuadro visual del mapa electoral brasileño, que ha beneficiado Dilma en las regiones más pobres y más beneficiadas por programas sociales como el "Bolsa Família" (antes "Hambre Cero"), mientras que las regiones de la llamada clase media más emergente, con más capacidad de protestar por más posibilidad de consumo, mejoría de calidad de vida y contra la corrupción, han beneficiado el candidato "tucano", Aécio Neves. Claro como agua. Más al Norte (con significativas excepciones) los que Lula hablaba de tener dos platos de comida por día, y no solamente uno; y más al Sur (también con excepciones muy interesantes) los que han pasado de comer de dos a tres veces por día y que ahora exigen mejor calidad de vida. Es cierto que desigualdad regional no es un debate vivo solamente en España. También lo es en Brasil. Lo que puede tener el país donde he nacido de "diverso", para ser simpático, puede también ser llamado de "contradictorio", para ser bien realista. Hay para todos los gustos, sin duda, en Brasil. Una república federativa donde votar, además de un privilegio de todos, es una obligación constitucional. Y, por supuesto, una gran fiesta cívica, como no podría dejar de ser.  


Barcelona, 8 de octubre de 2014.

 

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